Una de tantas preguntas que me han hecho es la referida al origen del Tarot y cómo fue que los naipes lúdicos de antaño se transformaron en las barajas actuales que se usan para hacer predicciones y afianzar el desarrollo personal. A propósito, comparto aquí la pregunta y la respuesta que dí en su momento sobre este tema.
PREGUNTA:
Hola! Me gustaría preguntar cómo sucedió la transición de las cartas de Tarot desde naipes lúdicos hasta instrumento de crecimiento personal o instrumento de adivinación. ¿Cómo se dio ese cambio?
MI RESPUESTA:
Si bien no existe una historia 100% confirmable, la más aceptada es la que
indica que fue en Italia [Año 1400-1500] en dónde los naipes lúdicos
recibieron influencia de Medio Oriente producto del transito
internacional que existía en la ciudad, esto por el reconocido ambiente
multicultural y comercial que existía en esa zona. La influencia de Medio Oriente dió a los
naipes una carácter más espiritual, lo que cuadraba con las fervientes
creencias que siempre han existido en esa región. De esta forma lo que
hubo fue una fusión entre el juego [de los europeos] con la profunda religiosidad
[de medio oriente y otras zonas cercanas]. Desde allí la baraja fue
mutando, por cuestiones lógicas, hasta transformarse en la herramienta
que es hoy y en dónde aún sigue recibiendo influencia de
distintas culturas.
NOTA:
Algo que confirmaría esta versión es el hecho de que precisamente fue en Italia en dónde se registra la existencia de las barajas de Tarot más antiguas, entre las que está la de Visconti Sforza y una versión de este tipo de barajas que fue llevada a francia y se bautizó como Marsella.
NOTA:
Algo que confirmaría esta versión es el hecho de que precisamente fue en Italia en dónde se registra la existencia de las barajas de Tarot más antiguas, entre las que está la de Visconti Sforza y una versión de este tipo de barajas que fue llevada a francia y se bautizó como Marsella.
Tanto la foto de portada como la de aquí arriba corresponden a la baraja Visconti Sforza en la versión revisitada de Mary Packard, que incluye una caja y libro para coleccionistas.
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