He leído más de alguna vez la frase Traer el cielo a la tierra pero nunca comprendí todos los matices y profundidad que podía tener. Muchas veces pensé que era otro cuento chino de la Era de Acuario que parece ser una moda en dónde todos quieren participar sin entender porqué ni para qué. Supuse que no sería más que una historia de hippies entusiastas y ahí me quede, tranquilo con mi visión práctica y terrenal de las cosas.
El asunto es que al día de hoy y hablando con otras personas pensé que quizá la famosa frase no tiene nada de utópica ni imaginativa sino que tiene una raíz práctica y coherente. Me puse a reflexionar sobre el concepto de la palabra CIELO y supuse que eso no se refería al cielo tal cual con sus nubes y estrellas sino que es una forma metafórica para describir un estado mental o conciencia más elevada, un tipo de inteligencia que puede ver todo de forma más amplia y panorámica. La que utiliza por ejemplo el piloto de avión que puede ver la tierra desde el cielo, obteniendo así otra perspectiva que además le aporta información adicional a la limitada visión que puede tener a ras de suelo. Entonces si la frase dice que hay que Traer el cielo a la tierra lo que quiere decir es que tienes que traer aquí a la vida cotidiana (la Tierra) un nivel de conciencia, visión o inteligencia superior (el cielo) que te permita ver todo de forma mucho más amplia que el cuadradito en dónde habitas y que además no te aporta una visión global de las cosas que te suceden.
Bingo! - pensé. Que si es así la frase no tiene nada de hippie psicodélico sino que refiere a eso de practicar un estilo de vida consciente que te permita mirar el mundo y tu vida desde una visión mucho más amplia. Entonces la cosa se vuelve más coherente y me ayuda a entender ese libro que leí de Eckhart Tolle y que se llama El Poder del Ahora que hace referencia de manera persistente a vivir el día a día con mucha conciencia, sin estar pensando en cosas que ya pasaron o aún no ocurren. Sin estar llorando por lo que sucede en nuestro metro cuadrado cuando ese mismo metro cuadrado mirado desde más arriba expone un paisaje mucho más hermoso y productivo de lo que parece. Y ojito que Eckhart Tolle no dice que hay que renunciar a la vida que tenemos e irse a plantar patatas a un huerto olvidado lejos de la ciudad. Lo único que propone es ser más conscientes de lo que realmente nos hace felices sin necesidad de movernos del sitio en el cual estamos.
Vivir más desde el cielo, desde arriba. Desde la altura de la conciencia que sabe y entiende que todo forma parte de un plan aunque a nuestra conciencia más primitiva y temerosa le parezca todo un desastre planetario. Quizá esa conciencia primitiva, temerosa y neurótica no sea más que una energía ancestral que se acostumbró a vivir así a falta de un paradigma distinto, por tanto tampoco se le puede despreciar ¿Se puede castigar a quién ha vivido toda su vida en una caverna sin luz ni conocimientos del exterior sin saber que existía un más allá con más matices y colores? Yo creo que no. Es más, alguien así me produce profunda compasión y ternura como me la produciría un niño asustado que lentamente comienza a salir de su vida de monstruos y fantasmas.
Para terminar me puse a pensar en qué carta de tarot cuadraría con esta visión superior y lo primero que pensé fue en El Loco que representa esa energía sin límites y expansiva que puede llegar a cualquier sitio si se lo propone. Pero no, no me cuadra totalmente. Luego pensé en El Juicio y por ahí sentí más correspondencia al mirar al personaje que con la trompeta parece observar a los que están más abajo que a su vez parecen esperar una respuesta de él. La capacidad de juicio como la capacidad de razonar y poner los pies en la tierra, el ángel en el cielo como símbolo de ese aspecto superior y divino que aún tiene mucho que decir sobre la realidad de aquí abajo.
Vivir más desde el cielo, desde arriba. Desde la altura de la conciencia que sabe y entiende que todo forma parte de un plan aunque a nuestra conciencia más primitiva y temerosa le parezca todo un desastre planetario. Quizá esa conciencia primitiva, temerosa y neurótica no sea más que una energía ancestral que se acostumbró a vivir así a falta de un paradigma distinto, por tanto tampoco se le puede despreciar ¿Se puede castigar a quién ha vivido toda su vida en una caverna sin luz ni conocimientos del exterior sin saber que existía un más allá con más matices y colores? Yo creo que no. Es más, alguien así me produce profunda compasión y ternura como me la produciría un niño asustado que lentamente comienza a salir de su vida de monstruos y fantasmas.
Para terminar me puse a pensar en qué carta de tarot cuadraría con esta visión superior y lo primero que pensé fue en El Loco que representa esa energía sin límites y expansiva que puede llegar a cualquier sitio si se lo propone. Pero no, no me cuadra totalmente. Luego pensé en El Juicio y por ahí sentí más correspondencia al mirar al personaje que con la trompeta parece observar a los que están más abajo que a su vez parecen esperar una respuesta de él. La capacidad de juicio como la capacidad de razonar y poner los pies en la tierra, el ángel en el cielo como símbolo de ese aspecto superior y divino que aún tiene mucho que decir sobre la realidad de aquí abajo.
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